Actualmente, los líderes de las organizaciones se enfrentan a nuevos desafíos, motivados por una aceleración del ritmo del cambio y por la aparición de tecnologías que transforman su posición competitiva, procesos y relaciones con clientes. Esto ha precipitado la puesta en marcha de iniciativas de transformación digital, en la mayoría de los casos centradas en la elección de las tecnologías adecuadas, su implementación y su escalado a toda la organización. Pero más del 84% de estas iniciativas fracasan porque no tienen en cuenta que la transformación digital es un proceso eminentemente humano, cuyo éxito depende fundamentalmente de las personas involucradas. No es solo escoger la tecnología adecuada, sino asegurar que las personas sepan cómo aprovecharla para añadir valor. Porque la tecnología es un medio para llegar a un fin.
Según André Ribeiro, vicepresidente de BTS “entre los motivos que han expuesto las empresas ante su fracaso en acometer esta transformación digital, un 54% de las razones se deben a la estructura y organización interna que no está preparada; seguido por un 52% de resistencia al cambio, debido a que las personas se acomodan y no arriesgan; mientras que cabe destacar que como penúltimo puesto, con tan solo un 18% de las empresas han argumentado que fracasan por la falta de tecnología adecuada”.
1. Liderar desde el futuro
Así, la primera es saber liderar desde el futuro. La mayoría de los líderes han sido entrenados con la idea de planificar el futuro a partir del presente, e ir haciendo previsiones graduales e incrementales. “Y en ocasiones el presente distrae, y no deja ver con claridad. Por ello, este líder tiene que ser capaz de detectar y entender tendencias, comprender su potencial impacto en el negocio y sacar conclusiones que les ayuden a definir acciones concretas que pueden ejecutar hoy y les permitan estar preparados para el mañana”, comenta André Ribeiro.
2. Obsesión por el cliente
La segunda habilidad es mantener una obsesión por el cliente. El líder debe involucrar a toda la empresa para que el cliente se encuentre en el centro de las interacciones y decisiones empresariales. Pues estamos en un momento en el que las expectativas de los clientes son más altas que nunca, debido a que cada vez están más acostumbrados a recibir una experiencia excelente.
Las organizaciones necesitan la mentalidad, habilidades y herramientas de metodologías como Design Thinking, que van más allá de hablar y escuchar, y buscan un entendimiento profundo de quiénes son realmente nuestros clientes como personas, y qué necesitan para mejorar su vida.
3. Pensamiento lateral y divergente
Una tercera clave es tener un pensamiento lateral y divergente. Muchos líderes descartan nuevas ideas cuando chocan con su intuición o sus creencias sobre el funcionamiento del negocio, afianzadas desde su experiencia, o incluso porque son muy novedosas. El pensamiento lateral y la divergencia pueden usarse para replantear y reformular retos y problemas, explorando una gran cantidad de posibles soluciones, evitando el juicio prematuro para poder explorar ideas sin precipitarse en su descarte.
4. Buscar la diversidad y la colaboración
El líder digital busca la diversidad y la colaboración. Numerosos estudios científicos demuestran que un grupo diverso de personas es más productivo, que un grupo homogéneo de expertos a la hora de enfrentarse a ciertas situaciones, como es la búsqueda de soluciones originales a un problema nuevo y complejo.
Se debe a que, entre otras cosas, el conocimiento requerido para resolver un problema complejo, a veces se encuentra en un dominio alejado del dominio del problema en sí. Esto puede tener fuertes implicaciones sobre la manera en la que las empresas deberían organizar su capital humano a la hora de innovar, mejorar y reinventar su negocio.
5. Incrementar la velocidad de experimentación
Las herramientas tradicionales de ejecución de proyectos dictan que hay que planificar, tener paciencia y poder garantizar la obtención de resultados, antes de comprometer recursos y tiempo. El líder digital debe saber incrementar la velocidad de experimentación. Las personas y equipos deben realizar experimentos disciplinados e incrementar así su velocidad de aprendizaje, gracias a la puesta en práctica de una serie de principios, procesos y herramientas que les permitan testear rápido y barato.
6. Conocimiento digital
Finalmente el conocimiento digital, que no implica que el líder deba ser un experto programador o tecnólogo, sino que debe entender las implicaciones de las tecnologías digitales en el negocio actual y futuro, y así la tecnología se convertirá en la llave para añadir valor, alcanzar objetivos y reinventar el negocio.