Proactividad, curiosidad, capacidad de liderazgo y trabajo en equipo, facilidad para la comunicación… son algunas de las habilidades personales y profesionales mejor valoradas por las organizaciones para contratar personal hoy en día. Entre ellas, destaca la resiliencia, una capacidad muy útil para superar las tensiones laborales.
La resiliencia es la capacidad que posee un individuo frente a las adversidades, para mantenerse en pie de lucha, con dosis de perseverancia, tenacidad, actitud positiva y acciones, que permiten avanzar en contra de la corriente y superarlas, según la definición de E. Chávez y E. Yturralde.
Se trata de una competencia clave en el ámbito laboral y organizacional. «Las personas que tienen una actitud positiva ante las circunstancias son aquellas que suelen tener éxito en su vida personal y profesional,» afirma el experto en dirección de RR.HH. Guzmán Martínez Griñán.