La conciliación de la vida personal y laboral no es un reto nuevo. Resolver el conflicto que produce atender las necesidades familiares y personales con las exigencias laborales es un problema tradicional, global y en alza en los últimos años.
Esta problemática se puede abordar desde diferentes niveles. En el plano individual, las personas tratan de buscar soluciones; en el institucional, más legislación y regulación; y en el social, por ejemplo, el cambio hacia una mayor racionalización de los horarios. Desde el enfoque de las organizaciones y las empresas, se analiza las políticas que aplican y qué se puede aportar desde la gestión de los recursos humanos.
Todo departamento de RR.HH. debe contribuir a generar los cambios necesarios para favorecer la conciliación. Esto pasa por adoptar una cultura que reconozca que la vida profesional y la personal no son excluyentes.
Es necesario, por tanto, un cambio tanto organizacional como cultural. Y es importante considerar a las personas como valor absoluto de las organizaciones. Para llegar a conciliar la vida familiar y laboral, la cultura ha de cambiar, se ha de considerar un nuevo espacio a estructurar y gestionar, otorgando el carácter de referencia absoluta a la persona.
Para la profesora del Máster Universitario en Recursos Humanos, Trabajo y Organizaciones María Amparo Ramos López, el apoyo de la dirección es fundamental para llevarlo a cabo. «Demuestra credibilidad e inspira al equipo a implicarse en el proyecto. Además, así se refleja cómo las estrategias para conciliar la vida personal y laboral se alinean con los objetivos de la organización.» En opinión de la docente, la participación y la contribución del personal es vital para lograrlo con éxito. «El personal directivo juega un papel crítico para desempeñar eficazmente los programas de conciliación, convirtiéndose en la clave a la hora de apoyar y proporcionar estrategias y soluciones significativas para su personal.»
Es una ventaja para la organización que la dirección, incluido el personal de RR.HH., colabore con los empleados y empleadas en la creación de soluciones para la conciliación eficaz de las responsabilidades laborales y personales. En este sentido, el compromiso de las empresas con sus personas pasa ineludiblemente por la implantación de programas de conciliación que faciliten la vida cotidiana de sus profesionales.
Una organización que apoya a su personal a gestionar sus responsabilidades laborales y personales, que pone herramientas y servicios a su disposición para mejorar su día a día y el de sus familias, (al margen de elevar su productividad) mejorará su capacidad para motivar a su equipo y tendrá una importante ventaja competitiva frente a su competencia, ya que será polo de atracción de los mejores, imán para el talento.