¿Te imaginas tener que trabajar 18 horas al día, durante toda la semana, librando solo un día? Si partimos del hecho de que solo para dormir necesitamos ya entre 7 y 9 horas diarias, no salen las cuentas. Pues la jornada de 18 horas existía, es más, en Estados Unidos existía una ley que prohibía trabajar más de 18 horas, «salvo necesidad».
Un poco de historia
Hoy contamos con jornadas de 8 horas gracias a las reivindicaciones laborales nacidas en la Revolución Industrial, donde las jornadas se extendían hasta la 16 o 18 horas, siendo España el primer país del mundo en el que se instauró como ley universal la jornada de 8 horas el 3 de abril de 1919. (ver https://www.elblogsalmon.com/mundo-laboral/y-el-pais-que-primero-implanto-la-jornada-laboral-de-ocho-horas-es)
Sin embargo, la celebración del 1 de mayo como día internacional de los trabajadores surge de los hechos ocurridos en Estados Unidos en 1886. El 1 de mayo de 1886 se inició una gran huelga general en Estados Unidos para reivindicar la jornada de 8 horas. Durante la huelga, varios trabajadores perdieron la vida en enfrentamientos con la policía y en juicios posteriores, condenados a muerte (ver https://es.wikipedia.org/wiki/D%C3%ADa_Internacional_de_los_Trabajadores)
Fue en 1889, durante el Primer Congreso de la Segunda Internacional Socialista, que tuvo lugar en París, cuando el 1 de mayo pasó a ser considerado el Día Internacional de los Trabajadores. ¿Y la jornada laboral de 8 horas? La jornada laboral de 8 horas no llegó a Estados Unidos hasta 1935, aprobada durante la presidencia de Roosvelt (ver http://www.paritarios.cl/especial_dia_del_trabajo.htm)
5 reflexiones MARTHO para el Día del Trabajador
Las jornadas de trabajo maratonianas tienen efectos negativos sobre la salud de los trabajadores, además de que reducen la productividad. Por ello, y por defender los derechos laborales adquiridos durante los siglos pasados, en MARTHO queremos compartir 5 reflexiones:
- Defiende tu jornada. Desde el 12 de mayo de 2019 es obligatorio fichar en el trabajo.
- Incluye micro-descansos de un par de minutos cada hora. Tu cuerpo, tu concentración y tu productividad te lo agradecerán.
- Respeta tu tiempo de descanso para comer, almorzar o merendar. Si tu jornada laboral es de más de 6 horas continuas tienes un mínimo de 15 minutos.
- Controla las horas extra. Las jornadas de trabajo muy largas influyen de manera negativa en tu calidad de vida.
- Cuida tu postura durante tus horas de trabajo. Siéntate de manera adecuada, cambia de postura, y si levantas peso hazlo con todo el peso.
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