Saber dirigir a un equipo puede suponer la diferencia entre el éxito o el fracaso. Pero ser un buen líder no es fácil, requiere autoconocimiento, espíritu crítico y capacidad de aprendizaje. Pero en MARTHO (Máster Universitario en Gestión de RR.HH., Trabajo y Organizaciones) estamos convencidos de que un líder se hace, y que con las herramientas y la formación adecuada tú también puedes llegar a ser el líder que necesita tu equipo o tu proyecto.

Para ser un buen líder debes empezar dando ejemplo, debes definir unos objetivos claros, aprovechar la fuerza de una comunicación eficiente, empatizar con tu equipo y hacerles sentir parte del proyecto en el que están invirtiendo muchas horas de su día a día, de su vida.

Da ejemplo

Nada mejor para guiar a tu equipo que dando ejemplo. Si quieres que se respeten los horarios, se entreguen las cosas a tiempo y se sigan unas normas, empieza por hacerlo tú mismo. De nada servirá que apliques un estilo autoritario imponiendo
restricciones y normas que tu no cumples. Esto solo creará un entorno de trabajo hostil. Apuesta por dar ejemplo y que tu equipo sepa que tú eres el más comprometido con el proyecto. Un buen líder llegará el primero y se irá el último o bien marcara un horario que hará que todos cumplan, siendo el propio líder el primero en cumplirlo.

Define bien los objetivos

Si no saben a dónde van, ni qué tienen que hacer, es complicado que tus trabajadores o compañeros puedan optimizar su esfuerzo. Para alcanzar objetivos la base es definirlos y establecer estrategias y etapas para conseguirlos.

Se claro en tus directrices

La fuerza de una comunicación clara, directa y sin rodeos, es su especificidad. No dejar rincón a las dudas ayudará a optimizar tu liderazgo. Pero recuerda, ser directo y claro no significa ser inquisitivo. Hazles saber que estás abierto a sugerencias y que su opinión cuenta.

Empatiza

Acércate a tu equipo, muestra interés por su vida, sus inquietudes. Escucha activamente y toma en cuenta sus consideraciones. De nada servirá que digas que tus subordinados o compañeros te importan o que los escuchas si cada vez que aportan algo lo dejas de lado, u omites cada sugerencia.

Hazles sentir parte

Un buen líder debe inspirar y motivar a su equipo. Comenzar el día con un saludo enérgico, exponiendo los objetivos para la jornada, escuchando sus sugerencias de mejora, y dejando claro que el proyecto es cosa de todos, puede conseguir que, de verdad, sientan que el proyecto es suyo. Y sentirte parte de algo es un gran agente motivador.