Todos debemos enfrentarnos a la toma de decisiones. Elegir significa arriesgar y con cada toma de decisiones debemos sopesar alternativas y asumir cierta incertidumbre. Desde MARTHO (Máster Universitario en Gestión de RR.HH., Trabajo y Organizaciones) queremos daros 5 claves para ayudarte a tomar mejores decisiones en 2020. No son infalibles, no son la solución a todos tus males, pero esperamos que puedan ayudarte a elegir mejor entre todas tus opciones.
5 claves para tomar mejores decisiones
- Identifica tus objetivos. Saber hacia dónde se quiere ir te ayudará a orientar tus esfuerzos incluso en los momentos en los que la fuerza flaquea. Para este año que entra, define un objetivo general y si te atreves, otros 12 objetivos, uno para cada mes. Cuanto más concreto sea el objetivo más fácil será definir la estrategia que te ayude a conseguirlo. «Hacer más deporte», «leer más», «estudiar más»… son objetivos genéricos; «Hacer 30 min de spinning o running… los lunes, miércoles y viernes de 8 a 8 y media de la tarde», «leer x libro en enero, x libro en febrero…», «de lunes a viernes dedicaré al estudio de 4 a 8 de la tarde»… son objetivos mucho más concretos. Coge lápiz y papel y empieza 🙂
- Se realista. Tienes que identificar tus fortalezas y debilidades y contar con ellas para planificar tus objetivos. Si estás en forma 30 minutos puede ser poco tiempo de entrenamiento si quieres mejorar tu rendimiento, sin embargo, si no haces deporte, quizá sea mejor empezar por 10 minutos durante la primera semana e ir subiendo progresivamente. Si te sobrecargas tu fuerza de voluntad irá mermándose a lo largo de la semana y terminarás exhausto, lo que dificultará que alcances tus metas. El descanso también debe formar parte de tu rutina.
- Entrena el pensamiento racional. Los seres humanos somos más irracionales de lo que nos gustaría admitir y si bien dejarnos llevar por nuestra intuición puede ser un acierto en algunas ocasiones, es mejor retrasar las decisiones si estamos muy tristes, muy contentos o nos hemos enfadado. En ese caso podemos ser víctimas de nosotros mismos y no evaluar adecuadamente las posibles pérdidas o los beneficios. Un clásico que nunca falla para ayudarte en la toma de decisiones en el listado de pros y contras. Coge un folio, traza una línea en el medio y a un lado escribe lo positivo y, al otro lado, lo negativo relacionado con tu toma de decisión. Reflexionar sobre qué quieres, por qué lo quieres y qué supone te ayudará a sentir más confianza en ti mismo.
- Aprende a gestionar la incertidumbre. Es imposible tener en cuenta todas las variables que pueden afectar a la planificación de nuestros objetivos. Siempre surgen imprevistos. Desde llamadas inesperadas, hasta complicaciones de última hora. Acepta que la planificación debe ser flexible. Genera alternativas sin perder de vista tus objetivos. Y asume que siempre puedes equivocarte. Aceptar que te has equivocado es la primera fase para corregir la dirección. Si te dices «ya que estoy aquí», «con el esfuerzo que ya he invertido»… bloquearás tus opciones de cambio. Equivocarse no es lo malo, lo malo es no ser capaz de asumirlo y persistir en el error.
- Mirar hacia el futuro y no dejes que el miedo al cambio te paralice. Salir de la zona de confort puede generar cierta inseguridad e incertidumbre, pero si quieres cambiar debes empezar a hacer cosas nuevas y dejar viejos hábitos atrás.