Acoso moral, psicoterror, hostigamiento laboral, persecución encubierta, violencia psicológica, ninguneo… Existen múltiples referencias en la literatura, aunque el término en español más correcto para hablar de mobbing es acoso psicológico en el trabajo. Como describió Leymann, se trata de aquella situación en que una persona o grupo ejerce violencia extrema de forma reiterada y sistemática (al menos una vez a la semana durante seis meses) sobre otra en el lugar de trabajo. Puede generar respuestas estresantes pero nada tiene que ver con el estrés laboral ni con otros fenómenos de tipo bullying, harassment o ijime.
“No todo conflicto es mobbing pero todo mobbing tiene un conflicto, latente al inicio y manifiesto después,” ha señalado el director del Máster Universitario en Gestión de Recursos Humanos, Trabajo y Organizaciones de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, Ángel Solanes Puchol, en el programa de Radio UMH Punto de Anclaje, del Área de Prevención de Riesgos Laborales de la UMH. En la sesión, dedicada a los factores de riesgo psicosociales en el trabajo, el profesor ha destacado que el mobbing es premeditado y que pretende anular a la persona acosada. “Las personas acosadas destacan profesionalmente y tienen alta autoestima, por lo que el proceso pasa por desacreditarlas ante sus iguales, quitarles funciones y tareas, arrinconarlas para que se sientan desplazadas y fuera de su contexto, todo manera paulatina.” A pesar de que no existe un perfil tan claro de la persona acosadora, Solanes ha señalado que suelen ser profesionalmente mediocres, con baja autoestima, de personalidad fría y con rasgos de psicopatía.
Existen tres tipos de acoso psicológico en el trabajo: vertical, horizontal y vertical ascendente. Por lo general, la persona acosada no es consciente hasta que disminuye su productividad y acaba excluida en el trabajo. Según el profesor Solanes, el mobbing tiene efectos negativos sobre el individuo, la organización y la sociedad. Por ejemplo: a nivel personal, genera problemas físicos, psicológicos, de relaciones interpersonales y laborales; para la organización, favorece el absentismo laboral.
Medidas de prevención
La prevención del mobbing requiere de la puesta en marcha de diferentes medidas, que se pueden clasificar en dos: de tipo organizacional y personal. En opinión del director del Máster Universitario en Gestión de Recursos Humanos, Trabajo y Organizaciones, todo empieza por que las organizaciones se tomen en serio las denuncias de acoso laboral y tengan una posición clara en contra, desarrollen programas de diagnóstico y realicen selecciones de personal adecuadas para evitar a personas que puedan ser acosadoras potenciales.